DIOS CREADOR
Romano Guardini
¡Oh Señor!, tú has creado todas las cosas. Tú les has dado su ser
y las has puesto en equilibrio y armonía. Están llenas de tu misterio, que toca
el corazón si es piadoso.
También a nosotros, ¡oh Señor!, nos
has llamado a la existencia y nos has puesto entre ti y las cosas. Según tu
modelo nos has creado y nos has dado parte de tu soberanía. Tú has puesto en
nuestras manos tu mundo, para que nos sirva y completemos en él tu obra. Pero
hemos de estarte sometidos, y nuestro dominio se convierte en rebelión y robo
si no nos inclinamos ante ti, el único que llevas la corona eterna y eres Señor
por derecho propio.
Maravillosa, ¡oh Dios!, es tu
generosidad. Tú no has temido por tu soberanía al crear seres con poder sobre
ellos mismos y al confiar tu voluntad a su libertad. ¡Grande y verdadero Rey
eres tú!
Tú has puesto en mis manos el honor de
tu voluntad. Cada palabra de tu revelación dice que me respetas y te confías a
mí, me das dignidad y responsabilidad. Concédeme la santa mayoría de edad, que
es capaz de aceptar la ley que tú guardas y de asumir la responsabilidad que tú
me transfieres. Ten despierto mi corazón para que esté ante ti en todo momento,
y haz que mi actuación se convierta en ese dominio y esa obediencia a que tú me
has llamado.
Amén.
LA ORACIÓN - TIENE SENTIDO ORAR?
Pero
no es cierto. Orar, es decir, hablar con el Dios viviente, eterno, todopoderoso, es algo indispensable para el
creyente. Él tiene que hablar con su Dios y se le permite hacerlo, porque Dios
oye y contesta las oraciones. Pero hay algo que Dios desea de nosotros: que
oremos confiando en su amor y omnipotencia, dejando en sus manos la manera en
que vaya a responder.
Al
lado de la oración, que a menudo la convertimos en un pedido a nuestro favor,
Dios nos concede la posibilidad de interceder, es decir, de orar por los demás.
No nos cuesta orar por los que amamos y apreciamos, pero el Señor Jesús exige
también que intercedamos por los que no nos quieren o nos hacen daño. Si nos
dejamos mover por el amor de Dios, también podremos hacer tales intercesiones.
Existe
aún otro motivo para hablar con Dios: el agradecimiento. Debemos darle las
gracias por todo lo que nos dio mediante el Señor Jesús y por todo el bien y
cuidado que recibimos diariamente de su parte. Estrechamente ligada con el
agradecimiento está la alabanza.
Podemos
celebrar a Dios por lo que él es y por lo que nos permite experimentar. Y ¿cuál
es el resultado, cuando nuestra oración llega a ser alabanza y loor? Hará que
nuestros corazones estén felices.
http://oracionesdediostv.blogspot.com/
http://oracionesdediostv.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR POARTICIPAR EN ESTE BLOGGER